Review de Gingerbreadhouse marca Lidl. Alicia Acosta

Hoy os traigo una review super express de la Gingerbreadhouse de Lidl. Como buena adicta a la Navidad y manitas puedo deciros que en esta casita se juntan dos factores explosivos: La construcción y mi peor pesadilla, la cocina aunque cocinar no hay que cocinar nada… Sin más dilación vamos a por la casita:
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Packaging:  La caja está bien, es de material resistente y no es muy dura ni muy blanda. Sin problemas con ella aunque sí se podría mejorar ya que es muy fácil que alguien abra la abra y te pispe algo ya que solo está cerrada con tres tiras de celo. Vamos que en la imagen te presentan una casa digna de Hansel y Gretel pero ¡zas! ¿Cuál es la sorpresa? Que abres la caja vienen cuatro chuches contadas, no tienes manga pastelera ¡Ups! que me desvío, esto va en contenido…
Contenido: Pobre, muy pobre. Cuatro gominolas contadas con el límite que te pondría tu querido dentista. Las figuritas sí son las que aparecen en la caja, muy bonitas y navideñas que te darán ganas de cantar Jingle bells rock y no podrás comértelas básicamente porque yo diría que si eso lo muerdes te queda sin piños, vamos que son azúcar puro y duro, nunca mejor dicho. Las piezas que componen la casita,  no estaban tostadas estaban más morenas que el negro de Cola Cao y como no, lo más importante la manga pastelera NO EXISTE. No viene en la put@ caja y como no tengas una a mano acabarás haciéndola con una bolsa poco ecológica, ya sabes las del super de la esquina.
Instrucciones: No te explican nada, tienes los dibujitos en plan IKEA cosa que no está mal porque no necesitas más. Eso sí, te habla de que tienes que añadir a 350 gramos de azúcar glass (no viene en la caja) una clara de huevo (obviamente, no viene en la caja) y como que eso no es muy exacto, mi primera glasa salió guay, fuerte, dura pero la segunda con las mismas cantidades quedo líquida pues claro debía haber un desajuste con la densidad de la clara comparado con la otra. También necesitas mondadientes para sujetar las paredes de la casa mientras se secan y tampoco vienen en la caja.
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PVP: 5,75€De precio muy bien aunque no os engañéis se os irá a más pasta pues tendréis que comprar chuches porque los que os vienen no os dan ni para acabar el tejado. En casa que somos adictos a la repostería teníamos mogollón de sprinkles navideños y solo salimos a comprar un par de bolsas de guarrerías como Skittles y una bolsita de Haribo. Pero vamos que no os vais a dejar el sueldo. Yo acostumbraba a comprar la casita de jengibre en EE.UU. y entre pitos y flautas se me iban a unos 15-20€ eso sí, te viene con todo y más pero este año hemos comprado dos de Lidl y aún siendo dos nos han salido más baratas que una sola de Wilton.

Conclusiones: Vale la pena comprarla asi que sacad vuestro espiritu más navideño e id pitando a Lidl a por vuestra casita de jengibre. Los pros ganan a los contras. Ahora, lo demontarla no es muy relajante hasta que le pilláis el tranquillo, lo dice alguien con mucha experiencia. Lo que duele ver como las paredes se derrumban… Bueno poneos un CD de Mariah Carey de fondo y disfrutad  mientras preparáis vuestra casita.
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Categories: Probando, probando by Alicia ACOSTA

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