Rosquillas de anís. Receta para el cuento Aquelarre, el prado del macho cabrío de la antología {Es tiempo de Halloween}

Tercera receta perteneciente al recetario de Es tiempo de Halloween.

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Aquelarre, el prado del macho cabrío de la autora Helena Acosta, si queréis saber a qué viene esta receta podéis adquirir la antología en Amazon  y Kobo. Muy pronto llega en papel, a GooglePlay, Barnes & Noble y a iTunes.

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Vamos allá con la última receta para Aquelarre, el prado del macho cabrío.

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Ingredientes:

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2 huevos.

750g aproximadamente de harina (la que admita).

200g de azúcar blanquilla.

250ml de leche entera.

100ml de aceite de oliva virgen extra.

15g de levadura en polvo.

60ml de anís líquido.

La ralladura de un limón.

La ralladura de una naranja.

1 cucharada sopera de anises.

Una pizca de sal.

Aceite para freír*.

Azúcar glas para rebozar.


Preparación:

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Cascamos los huevos en un bol y añadimos el azúcar. Batimos hasta blanquearlos y que aumenten de volumen.

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Añadimos la pizca de sal, el aceite, la leche, el anís líquido, las semillas y las ralladuras.

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Batimos bien de nuevo y mezclamos la mitad de la harina con la levadura y la tamizamos encima del bol.

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Añadimos la harina poco a poco y batimos hasta que la masa se espese. Debe quedar una masa blanda que cuesta remover con la cuchara o espátula.

Espolvoreamos una superficie de trabajo con harina, vertemos la masa, la trabajamos hasta que quede blanda pero que se puedan formar rosquillas con las manos.

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Tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar unos treinta minutos.

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Tras el reposo, con las manos enharinadas, cogemos porciones de masa del tamaño de una nuez, hacemos una bola con hueco en el centro, como un Donut.

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En una sartén con abundante aceite, freímos las rosquillas. Dejamos que se doren por los dos lados.

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Una vez fritas las dejamos encima de un papel de cocina absorbente para quitar el exceso de aceite.

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Mientras estén calientes, las pasamos por un plato con azúcar glas para rebozarlas.

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Luego y, para acabar, las dejamos en un plato o rejilla para que se enfríen.

Notas finales:

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1. A mí me gusta mezclar aceite* de oliva y girasol a partes iguales.

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2. Una vez que las rosquillas estén frías, las podemos guardar en una caja de lata o bote de cristal, donde se pueden quedar algo secas, pero aguantan muchos días.

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Categories: Festivas, Recetas, Recetas dulces

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